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Beneficios económicos de los programas de salud y bienestar en el lugar de trabajo

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En los últimos 100 años, las principales causas de muerte de los estadounidenses han pasado de las enfermedades infecciosas a las crónicas. Las 10 causas principales, responsables del 74,1% de todas las muertes en Estados Unidos en 2020, fueron1

  1. Enfermedades cardiacas *
  2. Cáncer *
  3. COVID-19 *
  4. Lesiones y accidentes no intencionados *
  5. Enfermedades cerebrovasculares (ictus) *
  6. Enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores *
  7. Enfermedad de Alzheimer
  8. Diabetes mellitus *
  9. Gripe y neumonía
  10. Enfermedad renal para incluir nefritis, síndrome nefrótico y nefrosis

* Indica que la afección tiene riesgos para la salud prevenibles o modificables

Figure01

Gráfico 1

La mayoría de las principales causas de muerte de adultos en Estados Unidos tienen factores de riesgo prevenibles o modificables2El 70% de la mortalidad prematura tiene una etiología modificable, conductual o ambiental3. Casi el 50% de los estadounidenses padecen al menos una enfermedad crónica prevenible. De ellos, más de la mitad padecen múltiples afecciones. El 86% del gasto sanitario se destina al tratamiento de estas enfermedades crónicas, en su mayoría prevenibles4. De hecho, los costes anuales de las reclamaciones médicas de personas con cinco o más riesgos para la salud que causan enfermedades crónicas duplicaban el coste de las que tenían menos riesgos5.  Además, un amplio estudio de cerca de 100.000 trabajadores de siete grandes empresas descubrió que el 22,4% de los dólares de la atención sanitaria de las organizaciones se gastaban en afecciones relacionadas con diez factores de riesgo comunes pero modificables. 

Estas afecciones crónicas prevenibles aumentan los gastos de la empresa (costes médicos directos e indirectos, absentismo, presentismo, retención, rehabilitación) y plantean retos para la resiliencia, el rendimiento laboral y el mantenimiento de las capacidades6,7,8. Las enfermedades crónicas reducen la productividad, aumentan el absentismo y el presentismo y suponen un coste estimado de 2.100 millones de dólares anuales sólo en gastos sanitarios9. Además, aunque las enfermedades crónicas siguen aumentando el coste de la asistencia sanitaria10, los estudios han demostrado que la reducción de los riesgos para la salud y la mejora de la salud general reducen los costes sanitarios y empresariales11,12,13 y contribuyen a aumentar la resiliencia y a reducir la mortalidad, la morbilidad y el sufrimiento14,15,16.
 

Figure10

Gráfico 10

Conscientes de que la reducción de los riesgos individuales para la salud es fundamental para mejorar los resultados sanitarios y prevenir algunas enfermedades crónicas, las instituciones de los sectores civil y gubernamental se han planteado pasar de un sistema sanitario reactivo a un sistema proactivo para la salud. Con este fin, las organizaciones y las empresas han recurrido a programas de bienestar para crear un entorno saludable en el que puedan producirse cambios en la salud mediante una estrategia integrada de promoción de la salud y el bienestar. Estas iniciativas de bienestar han producido efectos sostenibles y positivos en la reducción de la utilización de servicios médicos, el absentismo, el presentismo, las enfermedades, las lesiones, las enfermedades crónicas, la obesidad, el consumo de alcohol y tabaco, la morbilidad, la mortalidad y el estrés laboral y vital, al tiempo que han aumentado la fuerza, la flexibilidad, el estado cardiovascular, la pérdida de peso, el control del colesterol y la glucemia, la resistencia, la forma física, la productividad y la satisfacción vital y laboral de los trabajadores17,18,19,20,21,22,23.

El National Institute for Occupational Safety & Health (NIOSH) ha tratado de abordar esta creciente preocupación mediante el desarrollo de su programa "Salud Total del Trabajador", que aborda los esfuerzos para mejorar el bienestar general de los trabajadores mediante la evaluación de los riesgos para la salud y las cuestiones de seguridad. Además, los CDC han esbozado medidas para mejorar el bienestar y reducir las enfermedades prevenibles, la discapacidad, las lesiones y la muerte prematura a través de "Healthy People 2030".  Estos programas se centran en factores y objetivos que mejoran la salud y el bienestar, especialmente aquellos que tienen un componente modificable.

Además de mejorar la salud de los trabajadores, los empresarios que aplican estrategias proactivas de promoción de la salud y el bienestar suelen obtener beneficios económicos. Numerosos estudios sugieren que las empresas que aplican programas de bienestar pueden reducir sus gastos sanitarios totales24,25,26,27,28,29. Además, los programas de salud preventiva específicos y selectivos mejoraron los resultados sanitarios y tuvieron un efecto positivo en el rendimiento de la inversión de la organización.30.

Figure24

Gráfico 24

En conclusión, los estudios actuales sugieren la necesidad de un cambio de paradigma para pasar de un sistema sanitario reaccionario a un sistema sanitario proactivo basado en valores31. La innovación disruptiva como medio de promover un enfoque integrado, sincronizado y holístico de la prevención puede estar en orden para abordar y mejorar adecuadamente el bienestar físico, mental y social de los trabajadores mediante la reducción de riesgos.  La medicina del estilo de vida basada en la evidencia y dirigida a reducir los riesgos para la salud y la prevención de enfermedades es fundamental para lograr una mejor salud general, bienestar y calidad de vida, y puede reducir los costes sanitarios y mejorar el rendimiento y la satisfacción en el trabajo.32.

REFERENCIAS
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