Aunque el virus oropouche no es nuevo para la comunidad médica, últimamente ha captado la atención de los medios de comunicación. Algunas autoridades sanitarias han emitido recientemente advertencias de viaje para los países que experimentan brotes. En particular, se insta a las viajeras embarazadas a reconsiderar los viajes no esenciales a Cuba, donde el aumento de casos ha afectado a la mayor parte del país.
Si esto le recuerda a lo ocurrido hace casi una década, cuando el virus del Zika fue declarado emergencia de salud pública, no está muy lejos de la realidad. Hasta ahora, sólo ha habido unos pocos informes que relacionen el virus de Oropouche con defectos congénitos. Sin embargo, incluso unos pocos casos son preocupantes, ya que nadie quiere que se repita el brote de Zika de 2015-16 en Brasil que se extendió por toda América y el Caribe. Ese brote dio lugar a un número significativo de bebés nacidos con microcefalia (un defecto congénito que comprende una cabeza pequeña y un desarrollo anormal del cerebro).
En 1955, el virus de Oropouche se detectó por primera vez en un trabajador forestal trinitense cerca del pueblo de Vega de Oropouche, de ahí su nombre. Está establecido en las zonas tropicales de América Central y del Sur, sobre todo en torno a la cuenca del río Amazonas, y en el Caribe. El virus circula en la selva y hay pruebas de que otros animales hospedadores incluyen primates no humanos, aves y también perezosos. En algún momento, tras su identificación, pasó a conocerse coloquialmente como «fiebre de los perezosos».
Aunque los perezosos puedan parecer entrañables y amables, el virus de Oropouche es cualquier cosa menos eso. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, lo que diferencia al Oropouche de las enfermedades transmitidas por mosquitos como el Zika y el dengue es su tendencia a la recurrencia de los síntomas. Por lo demás, los síntomas de Oropouche son muy similares a los de otras enfermedades víricas transmitidas por picaduras de insectos: fiebre, escalofríos, dolores de cabeza, fatiga y debilidad muscular.
A diferencia del Zika y el dengue, que se transmiten por picaduras de mosquito, el jején es el principal insecto responsable de la transmisión de la fiebre de Oropouche. Los jejenes son moscas pequeñas, del tamaño de la cabeza de un alfiler, que se encuentran cerca de lagos y estanques. Por suerte, la mayoría de los métodos para prevenir las picaduras de mosquito también previenen las picaduras de jején.
Asegúrate de que el repelente de insectos que compres mencione alguna de estas palabras en la etiqueta: moscas, moscas que pican, Culicoides, mosquitos que pican, punkies, granny nippers y no-see-ums. Las mosquiteras son útiles, pero necesitan una malla más pequeña que las mosquiteras estándar. Por el momento, no hay vacuna contra el Oropouche.
¿Cuáles son los riesgos mundiales del oropouche?
En la actualidad, el virus Oropouche suscita una gran atención por dos motivos principales. La primera es su potencial para causar graves consecuencias. Junto con los escasos informes de malformaciones congénitas relacionadas con la transmisión del virus al feto por parte de embarazadas infectadas, se anunciaron las primeras muertes confirmadas por Oropouche. En julio, Brasil documentó dos pacientes de unos 20 años infectados por Oropouche que, aunque antes estaban sanos, murieron con un cuadro clínico que recordaba al dengue grave. En segundo lugar está su reciente expansión geográfica, no sólo a nuevas zonas de América sino también a Europa y EE.UU., lo que aumenta el riesgo de un brote mundial.
Como Oropouche sigue circulando, es posible que la gente se vuelva a infectar. Un riesgo conocido del dengue es que las personas infectadas por segunda vez sufran una enfermedad más grave. No se sabe si las recientes muertes en Brasil están relacionadas con infecciones secundarias, pero la comparación con el dengue y el Zika está impulsando muchas investigaciones en Oropouche en este momento.
A medida que el brote de Oropouche continúa, hay varios signos preocupantes a los que prestar atención. El aumento de los informes sobre malos resultados en el embarazo y más muertes podrían indicar una amenaza creciente. No hay tratamiento antivírico específico ni vacuna para el virus de Oropouche, pero se está investigando.
Las personas que trabajan o viven en los bosques de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe son las más expuestas. Sin embargo, cada vez hay más viajeros infectados. Es crucial mantenerse al día de las advertencias sobre viajes y consultar al médico si se tiene previsto viajar a las zonas afectadas, sobre todo si se está embarazada. Si decide viajar, asegúrese de tomar medidas para evitar las picaduras de insectos y reducir así el riesgo de infección.
¿Cómo puede ayudar International SOS?
En International SOS, nuestra incomparable experiencia en la gestión de brotes epidémicos es la piedra angular de nuestro compromiso con la seguridad sanitaria mundial. Nuestras estrategias de preparación ante pandemias se diseñan meticulosamente, aprovechando la inteligencia de vanguardia y la información en tiempo real para anticipar y mitigar los riesgos. A través de nuestros servicios integrales de consultoría sanitaria, capacitamos a las organizaciones para crear programas preventivos sólidos que protejan a su personal y sus operaciones. Mediante la integración de análisis avanzados y conocimientos especializados, nos aseguramos de que nuestros clientes estén siempre un paso por delante, preparados para responder eficazmente a cualquier crisis sanitaria. Confíe en International SOS para que le ayude a sortear las complejidades de los retos sanitarios mundiales con confianza y resiliencia.
Para más información:
- Descargue la hoja informativa sobre la fiebre de Oropouche
- Descargue la hoja informativa sobre la prevención de picaduras de insectos
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