En el Foco de agosto, "Un futuro incierto y frágil en el Cáucaso del Sur", explica de forma sucinta el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán y analiza el reciente acuerdo de paz, alcanzado gracias a la mediación estadounidense, que presuntamente pone un punto final a décadas de enfrentamientos armados, además de supuestamente contribuir a impulsar la cooperación económica en la región. No obstante, este cese permanente de las hostilidades auspiciado por la Casa Blanca ha generado preocupación en la región. De hecho, tanto Rusia como Irán observan con cierto recelo el aumento de la influencia estadounidense en sus flancos sur y norte, respectivamente.
Además, pese a que tanto Bakú como Ereván se muestran optimistas con el acuerdo, las complejidades étnicas de la región y los altos niveles de desconfianza mutua, consecuencia de años de violencia y numerosas violaciones de tratados pasados, así como posibles injerencias por parte de Moscú y Teherán, podrían suponer un obstáculo significativo para el cumplimiento del acuerdo de paz entre ambos países.