Las consecuencias del cambio climático superan las vinculadas a los fenómenos asociados en el plano medioambiental, generando tensiones sociales cuyas dinámicas se pueden comprobar en protestas, manifestaciones y enfrentamientos o la intensificación de conflictos en curso.
La sociedad civil adapta distintas formas de manifestar su rechazo al actual modelo en la gestión climática, acciones que difieren en el grado de radicalización dependiendo de las regiones y que tienen una acogida dispar por parte de los gobiernos nacionales.
América Latina lidera las estadísticas como la región más violenta y peligrosa para los activistas medioambientales, seguido de algunas zonas de Asia.
Mientras, en Europa no se han presenciado episodios de violencia tan graves, aunque los diferentes grupos de presión han conseguido movilizar a un alto número de seguidores, principalmente jóvenes.
Este informe tiene como propósito explicar las tendencias dentro de los movimientos ecologistas, profundizar en las causas de su radicalización, y detallar el posible impacto que puede tener en la cadena de suministros con el fin de orientar a las organizaciones a gestionar sus operaciones de manera más segura.